IMG_0514 Mis primeras Olimpiadas, una experiencia inolvidable

Hace poco vine de las XXXVI Olimpiadas Marianistas en Madrid. Ha sido una experiencia inolvidable, más que la de un campamento.  Hay que vivirlo para notar la diferencia.  Aparte de visitar ciudades, te ríes con tus amig@s (ALEVINES, INFANTILES, CADETES, JUVENILES). No te importa el marcador, te importa lo bien que juegas. No te importa el acento, el color de la camiseta o la edad, te importa esforzarte al máximo para poder ganar, y también hacerte amigas de niñas de otras ciudades.

También es importante pensar en positivo, no pensar siempre que vamos a perder, pero si perdemos tampoco pasa nada. El día 27 de diciembre, estábamos todas súper nerviosas y desmotivadas, pensando que íbamos a perder. Pero cuando fuimos al autobús, para ir al colegio Amorós, nos encontramos a unas chicas de un equipo de voleibol de Valladolid y nos dijeron que íbamos a ganar. Eso nos hizo cambiar de opinión y al final quedamos 34-23 contra Ciudad Real, ganando. En el 2º partido ya dijimos: «Este equipo tiene pinta de ser muy bueno y ahora sí que vamos a perder«, pero esta vez, con Amorós quedamos 51-8 ganando también. El 3º partido, contra las de Cádiz, ya nos fue un poquito peor, pero que conste que eran buenísimas, expulsaron a la entrenadora por golpear la valla y hablarles mal a las niñas. Quedamos 16-25 pero ellas  fallaron  muchas y eran… buff. Pero eran muy graciosas por su acento porque decían «Ezte partido lo vamoh ah ganah«. Y luego jugamos  un triangular, que es un partido que juegan mitad con distintos equipos. El primero jugamos contra el Canal que también son de Zaragoza y perdimos de 3 puntitos solo:(. Y el siguiente jugamos contra Pilaristas de Madrid y perdimos, pero por culpa del árbitro, porque a ellas no les pitaba ninguna falta y a nosotras todas, bueno también eran muy buenas…

Por eso quedamos 5ª de 11, bastante bien para ser nuestras primeras olimpiadas. Al año que viene son aquí en Bajo Aragón y seguramente serán inolvidables como las que acabamos de vivir. ¡Seguro que sí!

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Marta Barrera, 6º Primaria A