Este año he comenzado secundaria y, con ella, he realizado mis primeras convivencias. Al principio no comprendía que finalidad tenían, a pesar de que los profesores nos lo explicaban constantemente. Y como más vale una imagen que mil palabras , tuve que comprobarlo. Nada más escuchar las primeras palabras de Víctor, mi tutor, supe que esta excursión no iba a ser como otra cualquiera.
Ha pasado ya más de una semana desde entonces y la clase está visiblemente más unida. Tras casi un día entero en La Cartuja hablando del respeto y del compañerismo entre alumnos, entendimos todos el verdadero valor de la armonía entre nosotros. Actividades como la de las capas de cebolla en comparación con las nuestras, así como la de intentar reconocernos con un año de edad, nos han ayudado mucho a conocernos algo mejor y a emprender este largo camino hacia la unión total de la clase.
En resumen, el día de las convivencias fue para mí el inicio de un fuerte vínculo entre los compañeros.
Arturo García 1ºA ESO