El viernes 26 fue ya un día de Olimpiada. Los voluntarios, más de 300, llevaron a cabo con ilusión todos los preparativos: decoración, montaje de toldos, mesas, organización de comedor y todos los espacios de la Olimpiada paralela, información, secretaría… Trabajo intenso y resultados prometedores…
Cuando llegaron los primeros participantes de Cádiz y Madrid todo estaba organizado para recibirles. Se dieron las primeras 536 cenas y se fue creando el verdadero ambiente de una Olimpiada Marianista