Segundo día por tierras francesas. Noche tranquila, demasiado madrugón para lo que nos pedía el cuerpo, primer contacto con los “croissants” franceses en el desayuno y cruce de dedos para que la entrada a París con el autobús no estuviera colapsada. Comemos en 10 minutos, paseo por el Senna y visita a la catedral de Notre Damme. Fotos y más fotos, explicaciones de Josi ante la majestuosidad de lo que visitamos. Siglos y siglos de historia de la religión en la ciudad. Nos trasladamos a la Torre Eiffel a pesar de que el tiempo nos lo quiere impedir. Lleva horas lloviendo, estamos mojados, hace frío, pero el ánimo del grupo sigue por las nubes. Todos, sin excepción, subimos hasta la cota más alta de la Torre. Las nubes impiden ver la inmensidad de la ciudad, pero aprovechamos para hacer decenas de fotos y para sentir que volamos. Los más atrevidos se atreven a bajar andando, el resto usa el ascensor. Estamos cansados, queremos, necesitamos llegar al hotel. Cena, check in, hospedaje, ducha, calentitos, pijamas, estamos secos, mañana será otro día. Estamos contentos, los profesores nos han felicitado por el buen comportamiento, ellos también lo están haciendo bien. Ahora a descansar, mañana será otro día, nos espera París, somos afortunados. Buenas noches.
