Que nuestros alumnos conozcan su identidad es una de las principales tareas que tiene la enseñanza escolar. La realidad familiar o personal es parte de la educación de los padres, pero la identidad cultural es parte de las funciones que tenemos en la escuela. Despertar el gusto por lo cercano y lo identitario es fundamental en la personalidad de los niños, descubrir la belleza en un dibujo, en una escultura, o en edificio los enriquece no solo en su cultura, sino también en su sensibilidad, compromiso y en la preservación del patrimonio porque entenderá que es parte de él.
Distinguir un rombo, una estrella, o un circulo es matemáticas, pero la combinación y reiteración rítmica de estas figuras, se convierte en arte. El mudéjar es parte de nuestra identidad, el manejo decorativo del ladrillo, de las cerámicas, de unas preciosas decoraciones en yeso, es una herencia directa del mundo musulmán que tenemos en nuestra ciudad.
En un precioso y caluroso paseo, los alumnos y alumnas de 2º de la ESO, descubrimos este arte que en el fondo también es un cúmulo de valores: de la tolerancia, del respeto, de la belleza, de ser parte de una Historia, la de Zaragoza.
La Seo, San Pablo o la Aljafería, son auténticas maravillas de nuestra cultura y arte que tenemos en nuestro entorno y que, desgraciadamente desconocemos; por esto desde el colegio hacemos una apuesta por su visita, conocimiento, valoración, y sobre todo disfrutar de las cosas bellas que es el arte.